miércoles, septiembre 20, 2006

Gracias Juan Carlos


Siempre he pensado que podemos irnos sin morir, igual que, a veces, algunas personas, se pueden morir sin irse. Los sueños y las ilusiones se confunden en la litografía del esfuerzo, cuando los jirones de la piel que nos dejamos en el camino cubren cualquier resquicio de desaliento inoportuno que acecha en cualquier parte. Cuánta paz deben atesorar unos ojos cuando miran para atrás y ven desarrollada una inmensa labor basada en el compromiso y en la honestidad.

En mi llegada, intentaré recordar siempre esas formas de partir…

miércoles, septiembre 06, 2006

Ojos en el horizonte


No sé por qué me miro los cristales de mis gafas tanto últimamente. No sé si por que puedo rememorar así lo que asieron, si me mezco en la eterna distancia que las separa de mis ojos o me busco en la periferia. Claro. Eso es. Buscar. Mis ojos buscan. Trazaré una estrategia para calmar el pálpito existente en la búsqueda.

El sol guardado en mi bolsillo no da para más. Quiero los alfeizares de por las mañanas, por donde se cuelen los olores de las sábanas tendidas en los patios del mundo. ¿Habrá un balón que chutar sobre el barro, volando charcos, para mí?. Voy a tabicar un silencio forzado en torno a un recuerdo cualquiera, pero le colocaré una ventana con posibilidad de ser abierta de par en par.

Estoy borrando el horizonte de tanto mirarlo...