jueves, diciembre 03, 2009

Gracias nenes...


Sí, Miguelito, efectivamente por allá para donde señalas con tu zurda estaba el sol vago de ese sábado de incipiente invierno. Ese que vino después del viernes de mis 36. Caminábamos hacia el sueño desvelado de los últimos diez años de mi vida. Y José Antonio te abrazaba, porque él mismo es un abrazo que derrama en troquel sobre las espaldas de su mundo, de tu mundo, de nuestro mundo.

Delante iba Félix, con la mirada en el alquitrán, armado de su sonrisa silente, el poder sólo comparable a la perfidia de su voz, justo en el momento en el que Kike decidía cruzar hacia vosotros, porque a él no le cuesta nada bajar del Olimpo, en el que su belleza de cara, cuerpo, mujeres y corazón le hacen habitar, si se trata de disfrutar con nosotros. Él siempre está.

Delante Jairo hablaba de pollos y te tenías que reir. Con él siempre se ríe y, a veces, hasta se sonríe. Juani lo sabe bien, con las manos en los bolsillos de su cazadora, por donde buscaba lugares perdidos a punto de ser encontrados.

Y yo, en ese justo momento en que Pedro, ese fonambulista tan grande, ese pirata de ciudad, eterno pandillero juvenil, hacía esta foto, me estaba girando. Sólo para miraros, sólo para saber que era cierto que estábamos otra vez todos juntos, sólo para daros las gracias por esta suerte la mía, que os sentéis conmigo a la mesa.

Pues sí, claro que sí, os quiero niños...

1 Comments:

Blogger DesAlmado said...

"Oh Capitán mi Capitán..."
Mil y una veces me subiría a esa silla pa "querernos un ratito"!
Badajoz te pertenece, y mi alegría mientras estoy contigo...también!
Málaga pregunta por ti, amigo!:)

19:56

 

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