Lo que a mí me basta...

Me basta la figura antigua,
la de las credenciales ausentes,
la de las pipas en el parque,
la del Lázaro resucitado que fuí,
la que hay tras mis gafas de adulto...

Me bastan las constelaciones de tu pelo
que exorbitadas galopan en los sueños
agazapados que hay en las esquinas una vez dobladas.

Me basta incluso el frío a tu lado,
cuando los navíos de la vista surcan
el horizonte que va a morir a una alcantarilla.

Me basta atesorar noviembres
bajo el manto de flechas que llegan
a mi pecho en medio de la ausencia reinante.

Me basta un vaso vacío para calentar mis manos...