viernes, junio 13, 2008

A la distancia sideral


A veces me he preguntado qué hacer con los besos que te debo. Del peso liviano que eran no queda nada ya, son un quintal, por lo menos. Otras veces, las más, miro por la ventana de mi despacho, o del coche, o del avión, o del hotel, de cualquier ventana, por que las adoro, e imagino qué harás en ese momento, cómo será tu vida sin mí en ese preciso instante, que no estoy, que ahora voy caminando entre tropiezos…

Tengo varias maneras de hacer coincidir finales con principios, por que he conocido, por ejemplo, una luna tendida al sol. Guardo cubitos de hielo en el bolsillo, por si las noches de incendio en penumbra.

Ven. Juguemos sin temor al fallo. Mira en esa imagen de más arriba lo que hay en mí cuando te oigo reir…