jueves, junio 01, 2006

Mis manos...

A veces he pensado que mis manos se están volviendo más rojas a medida que pasan los días. Será la sangre estancada, porque las sacudo y vuelve a cursar por sus conductos. La lluvia me transporta. Estoy en un regazo perdido, peludo, blanco como el algodón, es su tacto también. El tiempo se pone o se para, da igual, para el caso es lo mismo.

Quiero disculparme con el mundo por mi momentánea ausencia, pero tengo moléculas esparcidas que claman por la reunificación. Demasiados inviernos helados, demasiados patines…

Los caminos inversos rezuman alaridos, pero guardan la luz, la misma que no ví por pasar a toda velocidad por delante. Ahora quiero no desandar, sino rememorar lo recorrido.

Miro en derredor y veo que si trazo un círculo sobre mi sombra, son miles los caminos a recorrer.

Sale el Sol.

Mis manos están rojas, no sé si será la edad o la pasión adyacente…

1 Comments:

Blogger Con olor a canela said...

Me ha hechiza junio, tu junio de 2006. Y sigo leyendo...

15:17

 

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